viernes, 9 de octubre de 2009

Sacarse mocos

Ilustración: Alberto Montt

Texto: Francisco Ibáñez


Los primeros recuerdos de niñez son de su madre, gritándole: “sácate ese dedo de la nariz”. Pero Eulogio no podía. Nunca pudo. Estaba el tema de su patológica aversión a los pañuelos, claro, pero esto iba más allá. Escarbarse la nariz, sacarse los mocos, derechamente le daba placer. Las burlas de los demás niños –recuerdo imborrable de su infancia– no surtieron efecto. Nunca le incomodó ser llamado “Eulogio el mocoso”. Tampoco funcionaron los años de terapia; los incontables mocos pegados aún bajo el diván de su psiquiatra así lo demuestran. Hoy, con buena parte de su vida recorrida, al fin lo aceptó: lo suyo es pura y simple vocación.

9 comentarios:

  1. definitivamente...eso solo puede ser vocacion! jeje

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  2. pobre eulogio, quedo con nariz de enchufe!

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  3. este eulogio es de la famili'a de Elvis? :D
    Priscillo ;)

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  4. alberto, eulogio es igual a raimundo dia jajaja!!!

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  5. Escarba, escarba, hasta llegar a la raíz del asunto >:D

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  6. yo soy un eulogio, y tengo 21 pero no me doy cuenta y aveces no me inporta. sigo con la limpieza. por suerte no es otra cavidad

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  7. Estanta la mania, que solo falta que rasque otro ollo.

    Tio Chinto.

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  8. hermosamente escrito, la verdad que por asquerosilla que sea la historia, me conmovió.

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