Texto: Francisco Ibáñez
“Cuando quiera lo dejo”, repite una y otra vez Diógenes, convencido. El punto es –de eso está seguro– que no le interesa dejarlo. Es que el trago matutino es una delicia. No sabe por qué tiene ese sabor especial, tanto mejor que el del brebaje P.M. Lamentablemente, en su trabajo no todos piensan lo mismo. De hecho, nadie lo hace. Pero él, bebedor impenitente, se las ingenia. Tomar en un tazón, como si fuera café, es su última estrategia. El problema es el olor. Por eso, ya tiene en mente una innovación: desde ahora beberá menta frappé. “Seguro me encuentran olor a menta”, piensa mientras llena su tazón con el verde néctar.
Que wenaa!
ResponderEliminarEstá la raja este blog!
Los sigo yaa
Saludos
Que buen blog.....Me gustó mucho el moco!!!!
ResponderEliminarWow!! me han encantado las historias ¡sigan así!..
ResponderEliminarla verdad que están muy buenas las historias! son impresionantes a pesar de su brevedad. Definifivamente saben dar en el clavo!
ResponderEliminar